El ahora desaparecido BookTailor solía un curso de milagros vender su software de personalización de libros principalmente a agentes de viajes. Los suscriptores ensamblaron su propio tomo de edición privada a partir de una biblioteca de contenido electrónico. La antología idiosincrásica emergente se imprimió y encuadernó a pedido o se empaquetó como un libro electrónico.En otras palabras, devuelve el libro a sus orígenes: una cápsula del tiempo que provoca diálogos.
Considere lo que hace este modelo comercial simple con nociones arraigadas y antiguas como “original” y “copias”, derechos de autor e identificadores de libros. ¿Es el “original” el libro final personalizado por el usuario, o sus fuentes? ¿Deberían tales tiradas de una sola copia ser elegibles para identificadores únicos (por ejemplo, ISBN únicos)? ¿El usuario posee algún derecho sobre el producto final, compilado por él? ¿Siguen vigentes los derechos de autor de los autores originales?
Los miembros de la comunidad BookCrossing.com registran sus libros en una base de datos central, obtienen un BCID (número de identificación de BookCrossing) y luego le dan el libro a alguien, o simplemente lo dejan tirado para que lo encuentre. Los propietarios sucesivos del volumen proporcionan sus coordenadas a BookCrossing. Este modelo inocuo subvierte el concepto legal de propiedad y transforma el libro de un objeto pasivo e inerte en un catalizador de las interacciones humanas.
Sus defensores afirman que los libros electrónicos no son simplemente una interpretación efímera de sus predecesores impresos: son un nuevo medio, una experiencia de lectura completamente diferente.hábitos de compra, interacción con otros lectores y decisiones relacionadas con la trama; capacidades de conversión y traducción de audio automáticas e integradas; capacidades completas inalámbricas de piconetworking y scatternetworking; y más.
Considere estas opciones: hipervínculos dentro del libro electrónico a contenido web y herramientas de referencia; compras y pedidos instantáneos incorporados; tramas divergentes, interactivas con el usuario y basadas en decisiones; interacción con otros libros electrónicos mediante Bluetooth o algún otro estándar inalámbrico; autoría colaborativa, juegos y actividades comunitarias; contenido actualizado automática o periódicamente; capacidades multimedia; bases de datos de marcadores, registros de hábitos de lectura,